El curso “Soledad en personas mayores”, que se celebra en Cáceres hasta mañana miércoles, es una actividad formativa “importante, necesaria y sensibilizadora para el afrontamiento integral de la soledad no elegida en las personas de edad”, ha dicho en la inauguración el vicepresidente segundo y consejero de Sanidad y Servicios Sociales, José María Vergeles.
En Extremadura hay 112.000 hogares unipersonales de los que alrededor de 48.000 corresponden a personas mayores de 65 años, de las que un 70% son mujeres. Y esos datos no van a parar de aumentar, según ha explicado Vergeles, ya que son el reto demográfico de una mayor esperanza de vida de la población.
En el curso, organizado por la Obra Social “laCaixa”, la Universidad de Extremadura y la Junta de Extremadura, participan 82 profesionales de servicios sociales, SES, investigadores, y personal de organizaciones del tercer sector, así como estudiantes universitarios. El curso aborda la soledad en los mayores desde el punto de vista geriátrico, psicológico, social o sanitario.
Por ello, el vicepresidente ha recordado que este reto debe ser afrontado desde una perspectiva “integral y holística”, porque no es algo que pueda abordarse solo desde las comunidades autónomas. En ese sentido, se ha referido a que el gobierno de España está “planificando una estrategia nacional para luchar contra las consecuencias que tiene la soledad no elegida”.
Y esas consecuencias, ha resaltado Vergeles, son muertes prematuras por soledad no elegida, abandono de las actividades instrumentales de la vida diaria como comer, comprar o el cuidado personal, y el miedo a si me pasa algo.
Ese miedo es el que, en muchas ocasiones, no le permite vivir donde quiere vivir el resto de su vida, y se interna en una residencia. El objetivo, ha subrayado el consejero, es que la persona de edad “viva el mayor tiempo posible libre de situaciones de dependencia, de manera autónoma y en su entorno”. Para ello, ha citado dos resultados de éxito en Extremadura, como son Pescueza y San Pedro de Mérida.
El voluntariado, las nuevas tecnologías de la comunicación o los sistemas de protección social y sanitario, son los instrumentos para ese objetivo.
La consejería ha puesto en marcha, junto con la Unión Democrática de Pensionistas, un programa que afronta esa soledad desde el voluntariado y la teleasistencia avanzada. Se trata, según ha indicado el consejero, de construir redes de apoyo social que hagan que las personas mayores se sientan lo menos solas posibles, porque esas redes se han ido debilitando con el individualismo creciente de la sociedad.
